El 12 de enero de 2010 no sólo se estremecía violentamente un pequeño país del continente americano, se convulsionaba el mundo al saber que un terremoto destruía Haití. Otra vez los más pobres, las gentes que nadan en la miseria eran desposeídas de la “nada”. Y es que hasta la naturaleza es a veces tan cruel que suele cebarse con los más débiles.
Miles de personas murieron; una ciudad completa, Puerto Príncipe, se desmoronó sobre sus endebles cimientos y la desolación, el griterío, la orfandad y el hambre se adueñó de unas fantasmales calles sinuosamente dibujadas por los escombros de los edificios que no aguantaron el envite. A partir de ahí, comenzando por el menos cero (-0) que sólo existe en la escala de la miseria, los haitianos tienen, qué remedio les queda, que intentar comenzar una vez más. Pero solos no pueden, necesitan de la ayuda de las naciones, de las ciudades, de los pueblos y de las personas del mundo.
Isla Cristina, los Isleños, somos gentes sensibles, buenas gentes, y en aquel momento de forma individual, como se hacen las cosas cuando el corazón palpita para algo más que para bombear la sangre, nuestra solidaridad se puso en marcha. Fueron muchos los que nos acercamos a la ventanilla para depositar ese grano de arena que termina formando la gran montaña de ayuda que necesita el pueblo de Haití para comenzar a vivir.
Ha transcurrido el tiempo y ahora, el día 9, tenemos la oportunidad como colectivo de ciudad que somos de dar un nuevo apoyo, una nueva respuesta. En el Teatro se hará una gala benéfica cuyo ingreso económico irá a Haití con el nombre de nuestra ciudad. Y debemos de comprometernos todos en la ayuda. Es importante que la interminable fila cero se agote. Es necesario que el sonido de la Banda de Música; la danza de los grupos de Inés Romero y Rocío Columé; las palmas y el cante del Rocio isleño; y que la polifonía de las corales de Vicente Sanchís y Aurelio Jara, suenen y sean vistos por un gentío solidario que rebose el patio de butaca del Horacio Noguera. Ese día, otra vez, más que nunca, se necesita colgar el “No hay entradas”.
Isla Cristina ha estado siempre a la altura y este viernes a las 8 y media lo volveremos a estar. Esta vez lo haremos por Haití. Ellos, los haitianos nos necesitan, y los Isleños no les defraudaremos.
Por Haití nos veremos en esa fecha señalada. Seguro que sí.
PD: Traemos a nuestro Blog este artículo publicado en "El Barrilete de Isla" y firmado por nuestro compañero de Coral Arturo Aquino González
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